Collage Literario #3: La niña de oro de Pablo Maurette
Un policial negro con la argentinidad al palo.
El finde largo me fui unos días al Delta y me llevé dos libritos para leer. Uno completamente olvidable, llegué casi a la mitad y lo terminé abandonando. Los personajes no eran interesantes, la historia no iba a ningún lado y la forma de escribir del autor no me convocaba para nada. En la eterna discusión de si se abandonan o no los libros, yo soy team abandonarlos.
Después de ese fallido, agarré el otro que me había llevado: La niña de oro de Pablo Maurette. Llegué al libro por una recomendación de Nad Rivero (@nyx.libros). Nunca había escuchado hablar del autor, pero era un policial negro argentino y la contratapa me llamó mucho la atención. Hago un paréntesis: No lean la contratapa, ¡spoilea toda la novela! Pablo Maurette (1979) es un escritor argentino que principalmente publicó ensayos y que hace poco empezó a incursionar en el mundo de la ficción. La niña de oro es su segunda novela
La premisa de la novela es que un profesor de biología es atado, torturado y asesinado en su departamento al inicio de las vacaciones de invierno. Al ser un personaje solitario, su cuerpo va a ser hallado dos semanas después, cuando un preceptor de la escuela sea enviado por la rectora a averiguar qué estaba pasando ante las ausencias reiteradas del docente. Quien lleva a cabo la investigación es Silvia Rey, la secretaria de la fiscal, con la ayuda del subinspector Carrucci. Además, la novela transcurre en la Ciudad de Buenos Aires durante el cambio de milenio. Se palpita en el aire la crisis de fines de los 90 que terminará desembocando en el 2001, y realmente vamos recorriendo esa ciudad a medida que avanza la investigación: los personajes típicos del paisaje porteño, los bares de barrio, las conversaciones propias de la ciudad de la furia.
Lo que más me conmovió de la novela es que lo personajes son profundamente humanos, con toda la complejidad que eso significa: la secretaria de la fiscal desayuna todos los días con su padre, con quien tiene una relación muy cercana pero que a veces la tiene harta; el subinspector se lleva mal con su esposa; o el personaje de Esmeralda, que combina la ternura y una vida llena de violencias.
“Era un juego que jugaba con su padre desde que era chica. Consistía en acumular referencias inconexas al mismo objeto. Si las referencias eran dos, se llamaba «duquesas». «Sincronicidad» le decían algunos. Las duquesas eran bastante comunes. Si el referente se manifestaba tres veces, ya fuese como palabras, como imagen o en carne y hueso, entonces se trataba de una tricota.”
La investigación va a ir llevando por diferentes caminos y uno de ellos va a tener que ver con las investigaciones que estaba realizando Aníbal Doliner, la victima. La maestría de Pablo Maurrete para meternos de lleno en teorías científicas de forma muy amena es impecable. A medida que leemos, nos encontramos yendo a buscar a Google a ver si estos personajes existieron realmente o si tal teoría que propone es real o inventada. De hecho, es un interés del autor explorar cómo construimos los relatos. En 2021 publicó un libro de ensayos titulado Por qué nos creemos los cuentos: Cómo se construye evidencia en la ficción.
A medida que iba leyendo la novela, pensaba en la charla TED que dio la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie en el 2009, El peligro de una sola historia, donde habla sobre la importancia de pensar nuestras culturas, historias e identidades desde múltiples miradas, y cuáles son los peligros de narrar la identidad de un pueblo desde una sola perspectiva.
Durante la exposición va pimponenado sobre diferentes preguntas que le surgen alrededor de esta idea, y comienza hablando de su infancia. Chimamanda cuenta que durante su niñez empezó leyendo libros de autores ingleses y estadounidenses, y que cuando comenzó a escribir se dio cuenta que sus historias se parecían mucho a algo que le resultaba ajeno: sus personajes jugaban en la nieve, comían manzanas y hablaban del clima. En Nigeria, ella comía mango, jamás nevaba y no tenían ninguna necesidad de hablar de “lo lluvioso del clima”. Mientras leía La niña de oro, pensaba en esta conferencia porque si algo hace Pablo Maurette es traer el policial negro a la Argentina, y particularmente a la Ciudad de Buenos Aires. Los personajes son nacidos y criados en Buenos Aires, por lo tanto, hablan como porteños, recorren la ciudad como porteños y sus referencias son propias de un argentino viviendo en los años 90. Además, la forma en la que se investiga el crimen no es como el policial anglosajón, donde hay un detective, sino que da cuenta del sistema judicial argentino en donde las investigaciones las llevan a cabo los fiscales. Creo que esto es lo que más me fascinó de la historia, volver a leer un policial en donde los pies y la tinta estén puestas acá y no esté escrito for export.
Les recomiendo que miren la charla completa porque entre tantos ataques a la cultura que estamos viviendo actualmente en nuestro país, es más importante que nunca pensar en la importancia del arte para narrarnos desde la diversidad de voces.
Y si quieren leer un policial negro donde la argentinidad desborde el texto, ya saben dónde buscar.
TALLERES DE MAYO
En los próximos días les voy a compartir la propuesta de talleres que vamos a tener el mes que viene. Les adelanto que va a haber un taller virtual sobre SILVINA OCAMPO, otro en la librería Mandolina (Belgrano, CABA) sobre SARA GALLARDO, y a fin de mes vamos a tener un taller virtual de novela en donde vamos a leer LA PEZ de Gabriela Larralde. Sí, la novela de la que les hablé en el primer newsletter.
Si no pueden esperar unos días a que les envíe el mail, me escriben y les comparto toda la data.
Gracias por leer #Collage Literario♥♥♥
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Nos volvemos a leer en 15 días.
Dani ♥